Como diría Medina Azahara, TODO TIENE SU FIN. Pero hablamos de fin de ciclo, de cambio de tercio, porque el invencible Ocelot no descansa. Después de 8 meses preparando este evento, toca saborearlo un poquito más antes de ponernos a trabajar con Santafé.

Más de 200 personas fueron las que nos acompañaron en un concierto lleno de amigos y familia, esa familia que no entiende de apellidos, que siempre está, y es que en el escenario también existía ese vinculo familiar que hace que haya tanto feeling en el escenario.

Queríamos empezar el concierto suave, para ir subiendo poco a poco, y la primera parte estuvo plagada de ese estilo sureño que le mezclamos al rock y country.

La segunda parte de alguna manera quiso ser un recuerdo a nuestro 2016 que estuvo lleno de bastantes conciertos en Acústico, quizás los temas más sensibles fueron destinados a la mitad del concierto.

Fue aquí donde empezaron a subir nuestros invitados. Alberto Abellán, Adriana Galve, David Celorrio y Marta Herrera que pusieron lo mejor sobre el escenario y demostraron el enorme talento que atesoran.

Muchos esperaban que como era habitual la dejáramos para acabar el concierto, pero no, Por el cuero de mis botas abría la tercera parte, llena de rock&roll, y ese rock más americano que tanto nos ha costado encontrar y que anidará en las entrañas de Santafé. En esta parte subía nuestro último invitado (Carlos Blesa) guitarrista de Fan Ray que hizo que esa preciosa Balada Heavy como es Malos tiempos volviera a latir.

Al final 17 músicos para acabar la última canción (Fiesta) de Joan Manuel Serrat, que entre su letra dejaba entrever que el concierto acababa.

Gracias a Piti Iluminación Y Sonido por todo el despliegue, a Rosa Pérez Romero por ese reportaje fotográfico maravilloso. A Hotel Andorra por dejarnos que durante esa semana fuera nuestra casa. Y a todas las personas que asistieron, porque no tendría sentido hacer esto si ellos no están ahí.